Adriano Malori, el ciclista profesional que superó uno de los accidentes más graves de la historia

Adriano Malori, el ciclista que superó uno de los accidentes más graves de la historia

Adriano Malori es un exciclista del Movistar Team, que con tan solo 28 años sufrió uno de los accidentes más graves de la historia del ciclismo. Sin embargo, su deseo de superación y ganas de vivir lo llevaron a subirse nuevamente al sillín con apenas ocho meses de recuperación. 

 

El relato que te traemos a continuación, no se parece a ningún otro del World Tour, se trata de la rehabilitación de un ciclista profesional, que tras haber pasado por un coma, tener mitad de su cuerpo inmovilizado, media cara de titanio y un dictamen poco alentador, logró superar las adversidades y competir nuevamente en su caballito de acero.

 

Un ejemplo de superación

 

Adriano Malori, el ciclista profesional que superó uno de los accidentes más graves de la historia

Conoce los detalles de esta inspiradora historia. Imagen: Cycling Weekly.

 

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¿Cómo se produjo el accidente?

 

El 22 de enero de 2016, se estaba viviendo en todo su furor el Tour de San Luis en Argentina, más exactamente la quinta etapa con 168,7 kilómetros de extensión. Sin embargo, el panorama cambió repentinamente, y en un leve pero pendiente tramo descendente a unos 65 kilómetros por hora, ocurrió la caída de una montonera de casi treinta ciclistas, entre los que se encontraba nuestro compatriota Nairo Quintana, Eros Capecchi y por supuesto, el protagonista de nuestra historia Adriano Malori.

 

La gravedad de los hechos

 

Aunque para varios de los ciclistas, la suerte estuvo de su lado y solo tuvieron leves rasguños y moretones, el estado del Italiano era poco alentador, y sus compañeros con tan solo ver su semblante llamaron al servicio de emergencias.

De hecho, Nairo Quintana expresó lo siguiente: “Cuando me di cuenta sus pies quedaron sobre mi pecho. Me levanté y ya me fijé que estaba realmente mal”. Asimismo, Eros Capecchi recuerda ese momento de la siguiente forma : “Fui a abrirle el casco y empecé a temblar. Vi su rostro totalmente hinchado. No me quedó más remedio que llamar rápidamente a la ambulancia”.

 

El dictamen médico

 

Tras haber sido trasladado en ambulancia, e ingresar al Hospital de San Luis, se conoció que tuvo un fuerte hematoma en la parte izquierda de su cerebro y rotura de su clavícula derecha. Eso sin mencionar que para ese momento no podía hablar, ni valerse por sí mismo, ni mover un solo dedo de la parte derecha de su cuerpo…mucho menos considerar la posibilidad de volver a competir con su compañera de aventuras.

 

Una recuperación milagrosa

 

Adriano Malori siempre tuvo claro que deseaba volver a ser el ciclista en el que se había convertido. Sin embargo, el médico fue claro y le expresó, “serás afortunado si puedes coger una bici para ir a comprar el pan”. Y es justamente en esos momentos de dificultad en los que su fe y esperanza se fortalecian.

Posteriormente fue trasladado al Centro Neurológico de Pamplona, donde comenzó su periodo de recuperación física y neurológica, en el que poco a poco comenzó a mover sus extremidades derechas, afectadas por el fuerte hematoma en el hemisferio izquierdo de su cerebro.

 

Su segunda oportunidad de vida

 

El deseo más grande para el italiano era sin duda, volver a montar en una bicicleta, por lo que luego de algunos intentos en el rodillo y siete meses y medio de recuperación, regreso por la puerta grande, en Canadá, en el Gran Premio Quebec, conformado por 168 ciclistas profesionales y una extensión de 230 kilómetros, de los cuales Adriano recorrió 130 y lideró el pelotón en momentos claves del recorrido. ¡Sin duda, era el regreso de un grande!.

Tiempo después el italiano disputó la Milán-Turín, en la que desafortunadamente tuvo un accidente con su compañero Rubén Fernández, rompiéndose en esta ocasión su clavícula izquierda, pero ni eso lo detuvo, de ese momento también salió victorioso el italiano y por supuesto recuperado.

 

Su propósito en la actualidad

 

Hoy en día, el Italiano se destaca como entrenador, montó su propia empresa en la que realiza entrenamientos y sesiones de biomecánica para ciclistas de todas las categorías

Además, escribió su propio libro en el que cuenta su experiencia personal y da un mensaje para los deportistas y personas con algún tipo de daño cerebral o depresión, haciéndoles ver que siempre hay una esperanza por oscuro que sea el panorama. ¡Sin duda, un campeón y un gran ejemplo de vida!

 

La imagen de cabezote es cortesía de: Ciclismo Internacional.
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