
Claves para reducir el ácido láctico y evitar fuertes dolores musculares
Aprende a controlar la producción de ácido láctico para evitar sufrir fuertes dolores musculares o síntomas de desfallecimiento durante tus viajes en bicicleta.
Según los expertos, el ácido láctico es básicamente una sustancia que se acumula al interior de nuestro cuerpo debido a la descomposición de la glucosa que utilizan los músculos para obtener energía.
Cada vez que realizamos rutinas de ciclismo muy intensas o pedaleamos durante mucho tiempo por terrenos muy complejos es más probable que se genera déficit de oxígeno, lo cual se traduce en una mayor producción y acumulación de ácido láctico en nuestros músculos.
Este residuo, el cual se genera cada vez que el cuerpo identifica una mayor demanda de energía anaeróbica, puede variar (producirse en mayor o menor medida) dependiendo de qué tan duro y difícil sea el entrenamiento sobre la bicicleta.
Evita fuertes dolores mientras montas en bici

Imagen: Maillot Magazine
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Al superar el umbral anaeróbico y al haber menor presencia de oxígeno, aparece el ácido láctico como una reacción normal del organismo. Sin embargo, cuando la producción de este residuo es alta, es casi seguro que se generen algunos síntomas como sensación de dolor y ardor en los músculos (sobre todo en los de las piernas que hacen el esfuerzo de empujar los pedales), agotamiento, reducción de potencia y rendimiento, calambres, fatiga y en algunos casos sensación de mareo y nauseas.
Sin duda alguna, estos síntomas nos hacen pedalear con más dificultad y también hace sentir nuestros músculos de las piernas mucho más pesados y adoloridos.
Aunque la aparición del ácido láctico no se puede evitar, sí existen varias maneras de reducir su producción cada vez que estemos haciendo entrenamientos en bicicleta o viajes muy exigentes. Pon a prueba las siguientes claves para que aumentes la tolerancia a esta sustancia que se acumula en los músculos y evites así síntomas de dolor, hormigueo o nauseas.
Algunos consejos recomendados
1. Mantente siempre hidratado por más suave que parezca la ruta. Beber agua constantemente (cada 15 o 20 minutos), así como algunos sorbos de bebidas isotónicas en sesiones de alta exigencia física, nos puede ayudar a procesar la aparición de este residuo.
2. No le exijas demasiado a tus piernas sin antes tener una adaptación. Ir más allá del límite de tu cuerpo hace que la producción de ácido láctico aumente considerablemente, generando fuertes dolores musculares. Por ende, te recomendamos incluir en tus rutinas ejercicios de series para que vayas acostumbrando a tus piernas a las altas exigencias físicas.
3. Entrena frecuentemente (2 o 3 días por sema) respetando los espacios de recuperación. No olvides que antes de salir a pedalear es necesario hacer un breve calentamiento.
4. En la última parte de tus rutinas, justo después de hacer entrenamientos muy exigentes, separa unos 15 minutos para rodar suave. Esto es una gran manera de finalizar los entrenamientos.
5. Los expertos también recomiendan consumir alimentos ricos en agua, magnesio y complejo B, así como otros productos como el bicarbonato de sodio, los cuales ayudan a procesar el residuo de una manera mucho más eficiente.
Pon en práctica estos sencillos consejos y disfruta de viajes más emocionantes y menos dolorosos.
Muy interesante este comentario sobre el ACIDO LACTICO. Me sucede que salgo en grupo y mientras ando pedaleando no hay problema, pero cuando paramos para rejuntarnos, siento molestias al volver a arrancar y debe ser por ello.