
Cinco consejos para que la temporada de invierno no afecte tu rendimiento
La llegada de la temporada de invierno obliga a muchos ciclistas a guardar su bicicleta mientras vuelve el verano. Ya no hay excusas para colgar las bielas, con estos tips de autocuidado podrás pedalear bajo el frío sin poner en riesgo tu salud ni tu rendimiento.
Elige la ropa adecuada
Si eres de los que sale a rodar con el cuerpo expuesto a la temperatura ambiente debes ser consciente de que las fuertes lluvias y el frío pueden afectar tu salud y ocasionar complicaciones físicas como gripe y neumonía. Por tal motivo, es necesario protegerse con la indumentaria adecuada para el invierno.
Algunas de las zonas que conviene abrigar o cubrir con ropa especial son la nariz, las orejas, el cuello, las manos y los pies. Empieza de arriba abajo protegiendo la garganta con una braga de cuello tipo Buff conocida también en el mundo del ciclismo como una bufanda tubular. Este accesorio se usa para evitar que los fuertes vientos golpeen la garganta del pedalista, sobre todo en medio de un rápido descenso.
Alístate para encarar los malos tiempos
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Este trozo de tela cilíndrico resulta ser muy práctico ya que permite cubrir otras zonas cercanas al cuello como la nariz y las orejas. Basta con tirar un poco hacia arriba y ajustar el tubular hasta la parte que necesite protección. Algunos deportistas que acostumbran a rodar en invierno consideran que la bufanda tubular es un elemento imprescindible para su salud.
Orejeras
Emplear un equipamiento correcto es vital para encarar con éxito la temporada de invierno. Otro de los accesorios importantes para arropar la zona alta del cuerpo son las famosas ‘orejeras’, una especie de balaca que se pone entre la frente y la parte trasera de la cabeza cubriendo completamente las dos orejas. Esta pieza tiene la capacidad de cortar el viento y reducir el impacto del frío, sobre todo cuando acostumbramos a pedalear con un casco con orificios o muy ventilado.
Sotocasco
Otros aficionados son un poco más rigurosos con su kit de protección y es por eso que prefieren utilizar un sotocasco de invierno para proteger no solo las orejas sino también toda su cabeza. Esta pieza, que no es más que un gorro especial para ciclistas tipo pasamontañas, se ajusta a la horma del cráneo y puede utilizarse debajo del casco.
Todo en uno
Si lo que quieres es abrigar toda la zona superior desde el cuello hasta la parte frontal de la cabeza puedes elegir la opción de utilizar el famoso ‘todo en uno’, una especie de pasamontañas que incorpora en una misma pieza todos los elementos que hemos mencionado. Una de las ventajas de utilizar este accesorio es que solo deja destapada la parte de los ojos, lo cual te permitirá respirar en caliente y evitar que el fuerte viento ingrese a la zona del pecho.
Cuando completes la protección superior debes tener claro que el torso también necesita de un cuidado especial. Las corrientes de viento podrían golpear el pecho y los pulmones ocasionando algunos quebrantos de salud y sensaciones de congestión en los días posteriores a la salida en bici.
Chaquetas
Ante este panorama, la mejor opción es utilizar varias capas para el torso como camisetas sintéticas de manga larga y chaquetas deportivas tipo softshell de un grosor resistente a condiciones climáticas bajas. Este tejido con membranas impermeables te permite conseguir una mejor adaptabilidad térmica y te protege de ambientes fríos, húmedos y con fuertes ráfagas de viento. No olvides utilizar guantes cómodos para las manos que te brinden una adecuada sensación de maniobrabilidad.
Cubre botas
Por último, queda pendiente abrigar la zona de los pies y para ello vamos a utilizar medias de capa relativamente gruesa con membrana de viento que permita la entrada y salida de aire y la conservación de la temperatura. Si las condiciones meteorológicas son adversas y sobre la carretera cae un fuerte aguacero con granizo lo mejor será utilizar un cubre botas impermeable para evitar que las medias y los pies se inunden.
Recuerda que si padeces fuertes dolores de oído (otitis) cada vez que sales a rodar en un clima muy frío deberás tomar dos motas de algodón y taparte la entrada de las orejas.
Instala un guardabarros
En invierno la superficie de la carretera y los terrenos montañosos tienen una fuerte presencia de charcos represados. Cuando cruzamos estos parches de agua, las llantas de la bici terminan chispoteando el lodo directo hacia nuestra indumentaria. Después de la rodada llegamos a casa y vemos la zona trasera de la camiseta curtida con manchas cafés y nos preguntamos cómo fue que sucedió.
Una solución práctica para evitar seguir ensuciando la ropa es instalar un guardabarros en la parte delantera y trasera de la bicicleta. Este accesorio actúa como capa protectora contra el barro, la mugre y el agua.
Aclara el camino con unas buenas luces
La temporada invernal no da tregua y es por eso que hay que estar alertas ante cualquier dificultad que se presente en la vía. Uno de los peligros más comunes está relacionado con la poca visibilidad que produce la presencia de neblina y la intensa oscuridad que se posa sobre el firmamento recién entrada la noche.
Recuerda instalar algunas luces en la parte delantera y trasera de tu bicicleta para iluminar el camino hacia el frente y alertar a los demás actores viales de que estás transitando por el carril.
Alterna el ciclismo con otros deportes
En época de lluvias nos encontraremos con días en que por las condiciones meteorológicas será imposible salir a rodar. Si tienes un entrenamiento constante y no quieres parar te recomendamos buscar disciplinas o modalidades alternativas que te ayuden a mantenerte en forma para las próximas rodadas. Alterna los ejercicios de cadencia con sesiones de fortalecimiento en el gimnasio, rutinas de natación en piletas con techo cubierto, algunos minutos de ciclismo indoor en casa o incluso unas carreritas en la pista sobre el maderamen.
Aprovecha para hacer una limpieza básica en invierno
Después de la primavera llega el momento de pilotear por los caminos de agua. Antes de exponer la bici a las bajas temperaturas recuerda hacer un breve mantenimiento y limpieza para eliminar la mugre y los residuos de los componentes. Una vez el clima vuelva a cambiar procura realizar el mismo proceso. Si quieres saber cómo hacer una limpieza a fondo haz clic aquí y descúbrelo.
Pon en práctica estos consejos para que la temporada de invierno no afecte tu rendimiento. ¡Ya sabes!, hay muchas alternativas para rodar con frío. No tienes excusas para colgar las bielas.