
¿Cómo curar las heridas producto de una caída?
Una caída en bicicleta es algo que todos los ciclistas hemos experimentado en algún momento. Sin embargo, no siempre se tiene la precaución ni se toman las medidas necesarias para curar correctamente las heridas en la piel.
Conocer los riesgos a los que estás expuesto y adoptar una serie de precauciones para rodar en bicicleta seguros, es una de las mejores maneras de prevenir resbalones o accidentes. Pese a esto, los imprevistos en el recorrido, tales como un derrame de aceite, una roca, ramas, arenilla o simplemente producto de la desconcentración no dejan de ser un peligro latente para caer de la máquina en cuestión de segundos.
Proteger la herida es una de las maneras más efectivas de disminuir el riesgo de reinfección

Cuida tu integridad y la de los ciclistas que tienes a tu alrededor utilizando los implementos de seguridad. Imagen: Cuidados de las heridas.
Recomendado: RUTA: 5 errores que deberías evitar al afrontar un descenso
Pero antes de entrar en materia, te recomendamos valorar la gravedad de la herida, en caso de que sea muy profunda o tengas una hemorragia, lo mejor será ir al servicio médico de manera inmediata; pero si por el contrario consideras que puedes manejarlo, puedes tener en cuenta esta sencilla guía de primeros auxilios.
- Lava muy bien tus manos antes de tocar la herida, así realizarás una curación de manera segura.
- Analiza qué tipo de materiales se encuentran adheridos a tu piel, sea arenilla, pequeñas rocas, suciedad, ramas, césped u otro material.
- Lava muy bien la herida con abundante agua y jabón, realizando movimientos circulares con las palmas de las manos, retirando la arenilla, polvo o lo que sea que haya ingresado a tu piel, también puedes ayudarte a limpiar con una gasa esteril, de adentro hacia afuera, cuidando que las partículas de suciedad no ingresen nuevamente a la zona vulnerable. No diremos que no es un asunto que no sea molesto, incómodo y además muy doloroso, pero es la mejor manera de evitar contaminarse. Recuerda que es allí donde puede darse la proliferación de bacterias, virus y hongos y fácilmente producir una infección.
- Al siguiente, procede a secar la herida con una gasa esteril, ejerciendo presión sobre ella en caso de que siga sangrando.
Pasamos a la desinfección
- Aplica un antiséptico, puede ser de tipo povidona yodada o clorhexidina tópica, el alcohol antiséptico o el agua oxigenada, no se recomiendan porque pueden ser demasiado agresivos producir quemaduras y afectar los tejidos blandos.
- Permite que el aire circule en la herida mientras el producto antiséptico actúa y no la soples, recuerda que en tu boca hay bacterias que pueden contaminar.
- Al siguiente, cubre la herida en su totalidad sea con gasas estériles y Micropore o con apósitos que te ayudarán a regenerar la piel de la zona de la herida, seguidamente utiliza una malla para evitar que se mueva, te lastimes o roces la herida con algún tipo de material. Asimismo, cubrir la zona afectada la mantendrá alejada de la suciedad del ambiente y de la reinfección.
Recomendaciones finales
- Sigue el anterior procedimiento dos veces al día, de preferencia en la mañana y en la noche, así evitarás que la herida se infecte y permitirás que la piel se regenere en su proceso natural.
- Si decides utilizar Micropore, retíralo en la ducha de preferencia con agua caliente, así te dolerá menos y evitarás que tu piel se desprenda con el pegamento.
- Procura utilizar protector solar, cuando la herida se encuentre curada, recuerda que hay marcas permanentes que puedes evitar muy fácilmente siendo precavido.
Finalmente, te recomendamos consultar con tu médico de confianza si notas que la herida empeora, te duele con el paso de los días, está hinchada, tiene secreciones malolientes o un aspecto desfavorable.