Roce sillín

¿Tienes heridas por el roce con el sillín?: así puedes evitarlas

El perineo, o suelo de la pelvis, es una de las zonas que puede resultar más afectada por el roce con el sillín de la bicicleta. Aquí te explicamos algunas precauciones que puedes tomar para evitar llagas, molestas o heridas en esta zona del cuerpo. 

 

Si no has sufrido llagas del sillín, es que no has montado lo suficiente en el caballo de acero. Aquí veremos entonces algunas de las causas y curas más comunes para mejorar el dolor y el sufrimiento de heridas por el sillín.

 

Evita llagas y heridas por el roce con el sillín

 

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1. Manejo del sudor

 

El sudor se escapa entre la parte baja de la cadera en una zona oscura y poco ventilada, lo que cultiva un lugar perfecto para la suciedad. Porque estos líquidos contienen sodio, y una vez el componente de agua se evapora, la sal se cristaliza dejando una fina capa de papel de lija que despacio desgasta la piel con cada vuelta del manubrio.

La bacteria normal de la piel puede entrar en las áreas comprometidas, infectar folículos de pelo (foliculitis) y causar problemas más grandes como abscesos o granos.

Nunca montes con los mismos pantalones más de una vez antes de lavarlos. Idealmente, deberías quitarte el traje y lavarte lo antes posible. Mantener un paquete de pañitos húmedos de bebé y sudadera en tu auto puede ser bastante práctico.

 

 

2. Gamuza y cremas

 

Después de una penosa visita al médico y dos semanas fuera de la bici, no se puede decir que no es importante ponerle atención a este tema, sobre todo a usar shorts equipados con gamuza.

Para mejores resultados, este material puede sentirse lo suficientemente ajustado y cómodo como para moverte a favor de la piel y no en contra de esta. La calidad de la gamuza y cómo esta es incorporada en los trajes puede variar. Pero hemos visto que unos buenos bibs proveen más confort y protección.

La efectividad de cremas sobre un sillín decente y una bici apropiada es discutible. Puedes hacer lo siguiente para no gastar demasiado dinero:

  • 8 oz de vaselina
  • 1/2 oz de Neosporin
  • 1/2 cucharada de aceite de árbol de té

 

3. Postura sobre el asiento 

 

Altura del asiento:

Un sillín muy alto crea una presión innecesaria ya que te ves forzado a empujar más para alcanzar los pedales. Esto puede causar que tu pelvis se mueva de un lado a otro, rozando más tu entrepierna.

Un asiento muy bajo quita la habilidad de las piernas de soportar el peso, también llevando más peso a la cadera.

 

Antes y después

Para algunos, la posición adelante y atrás es importante para alinear las rodillas sobre el eje de pedal (KOPS), pero ten cuidado de no comprometer mucho el contacto entre la porción más angosta del sillín y tus huesillos de asiento.

 

Inclinación

 

La nariz hacia abajo transfiere la carga del pubis a los huesos de asiento, pero causa que te deslices hacia adelante, forzándote a empujar hacia atrás con las rodillas y los brazos, lo que consume energía.

La nariz levantada crea una sobrecarga en el área púbica y pone al ciclista en una posición incómoda para pedalear. Así que la solución de mantener la nariz de manera paralela al suelo para evitar todas las molestias anteriores.

 

Alcance

 

El grado en el que flexionas hacia el tronco puede ser bastante agresivo y bajo. Sin comprometer la altura del asiento, sube un poco el manubrio y acorta el tronco para obtener una postura más recta.

Si esto no es lo suficientemente aerodinámico, recuerda que llegas más fácil al podio sin una enorme llaga en la entrepierna.

 

 

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