
Ladrones de bicicletas en la ciudad: ¿Los reconoces?
Escrito por: Anónimo
Los ladrones de bicicletas pueden estar en cualquier parte. Lo importante es saber reconocerlos para no caer en sus garras y ser engañados por ellos… Aquí van varias mini historias de cuasi robos escritas por personas del común que te ayudarán a tener más cuidado cuando montas y no confiar en extraños.
Historia #1 – El paisa
Una vez en la ciclovía de la 7ma, entre la 142 y 147 más o menos, me encontré un tipo con una MTB blanca, ORBEA con letras cafés.
El tipo con acento paisa [de Medellín], o imitándolo, se hacía el que no conocía bien Bogotá. Así que se acercó preguntado esta estupidez:
Perdón… ¿aquí en la ciclovía donde hay subidas buenas?
A lo que le dije: Aquí en la ciclovía no hay, si quiere subidas vaya a la vía a la Calera.
Me preguntó: ¿Cuantos Kilómetros son? ¿Es peligroso por los vehículos?
Le contesté lo que yo sabía y me vio un poco hostil y de afán entonces creo que abortó la misión.
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Historia #2 – El «invitador»
Un día, yendo por la ciclovía hacia el centro de Bogotá, un muchacho en una MTB GW, con su indumentaria completa, me pregunta: ¿Aquí en la zona hay centros de alto rendimiento?
Le digo: No, no sé.
Y empieza a hacerme la charla.
Pensé: ¡Ay Dios mío! Otra vez.
Me dice que hace parte de deportistas o algo así. Me pregunta que si quiero hacer parte, o me interesa, algo relacionado con alto rendimiento.
A lo que de una le dije hostilmente: NO gracias. De una vez lo corté.
Me contestó: De nada.
Historia #3 – El vendedor
Esta fue el domingo 6 de Noviembre, en la ciclovía por el sector de Chapinero, sentido sur norte.
De esas veces que va uno pedaleando y se saluda con el del al lado solo por cortesía o por la situación. Entonces me saluda otro presunto ladrón, esta vez en una TREK Marlin 7 modelo 2015 o 2016, negra con azul. Tenía la pinta completa, pero que esta vez el tipo llevaba guantes y gafas. Y empezó la misma charla:
¿Qué rutina hace? ¿De dónde viene para dónde va? ¿Cuánto se demora?
Hablamos de la Calera y de la vuelta por Sopó, entre otras.
Me dijo: ¿Cuándo salimos en grupo?
Yo pensé: Ya sé por dónde va el asunto.
Seguimos hablando y nos presentamos. Esta vez creo que se llamaba Oscar o algo así. Entonces empezó con la joda de que tenía una moto BMW. Jajaja con semejante cara de guiso. Que tenía tienda en San Andresito y que vendía toda clase de indumentaria, chaquetas rompe vientos y todo eso.
Yo ando sin casco, y sin nada de eso. Monto en cicla desde los 7 años y ahora de viejo no me voy a poner casco y menos esos pantalones apretados.
Yo ya sabía cómo era la vuelta. Me siguió insistiendo que cuándo salíamos, que cómo hacíamos.
Le dije: Pues deme su teléfono o su correo electrónico o si tiene una tarjeta de su tienda.
Paramos y sacó su billetera. Yo veía que medio temblaba y se hacía el que buscaba en su billetera y no encontró tarjetas.
Así que me dijo: Es que yo vivo allí, ¡vamos y entro a mi casa que tengo la tarjeta.
Le dije: NA.
Insiste el hombre: No sea creído, ¡vamos!
Arranqué, me fui rápido y lo deje ahí. No vuelvo a tentar la suerte, qué tal saquen un arma de fuego.
Historia #4 – Precavido
Dos veces me han hablado personajes montados en buenas bicicletas MTB SCOTT Aspect y GW de ruta, pero no sé con qué intenciones, así que los corto y desvío mi camino.
Solo gracias a Dios sigo con la bicicleta. Pienso que es una organización criminal, mafias así como las hay del robo de celulares, de carros y de motos. Pero las autoridades son muy pasivas en cuánto al robo de bicicletas.
Lástima no tener una GoPro para registrarlos en cámara. La próxima vez saco el celular y los grabo y los reporto en las redes sociales. No se deje sacar del camino.