Veremos al Froome que conocemos…o al Nairo pletórico que esperamos…?

La marquesina del tour 2017 anuncia a tres estrellas, y dos favoritos. Los estelares son, por trayectoria y mérito propio, Cristopher Froome, Nairo Quintana y Alberto Contador, ubíquelos el lector en el lugar que desee.  La realidad actual muestra que uno de ellos claramente no es favorito (aunque sea una estrella), y que los otro dos llegan condicionados por los antecedentes inmediatos.

 

Alberto Contador paga más en las apuestas que Froome y Nairo, o sea no es el favorito, mientras que los otros dos por diferentes factores que explicaremos a continuación, muestran condicionamientos para ser considerados “el hombre” en la previa de este tour. Concretamente estamos en las vísperas de una carrera que abre un abanico de posibilidades mucho más variado que en años anteriores.

 

A estas tres estrellas hay que agregarle algunos otros nombres, ya que la historia demuestra que cuando por alguna razón los consagrados no están a tope para luchar por el triunfo, aparecen aquellos que en los papeles no estaban para vestirse de amarillo en los Campos Elíseos. Como muestra reciente está el Tour de 2.014 ganado por Vicenzo Níbali.

 

 

Comenzamos por quien va en busca de su cuarto triunfo, y lo hacemos preguntándonos si todas las cartas de Chris Froome han estado sobre la mesa en su aproximación al Tour. Los tres años en que ganó la ronda gala, el keniata lució ya en junio una forma casi incontestable. Forma que mantuvo y ratificó en julio.  Pero 2017 lo muestra diferente, no sabemos si por propia decisión o porque su cuerpo está respondiendo diferente a los estímulos (con 32 años cumplidos en mayo, debería ser el mismo). Pero lo cierto es que la duda asoma.

 

No obstante, seamos claros: la duda es solo la de saber si podrá dominar con autoridad sobre el resto, o si ofrecerá flancos impensados hasta ahora. Mas allá de esto resulta razonable decir que sigue siendo “el candidato” a la hora de pronosticar, y bien podría estar retrasando ex profeso su forma máxima para terminarla en el mismo Tour y tener, además, opciones concretas un mes después en Vuelta España. Puertas afuera, su equipo sigue mostrándose potente, puertas adentro no sabemos cómo están las cosas.

 

Las dudas que siguen rondando sobre su director General, David  Brailsford, en cuanto a la limpieza de algunos procederes -relacionados con el dopaje concretamente- sin dudas algunos resquebrajamientos internos han producido. Froome se desmarca siempre rápidamente que el tema vuelve a la palestra. Y hace bien. Pero no sabemos que pasa en el seno del equipo, ni qué secuelas quedan se pueden trasladar a los caminos.

 

 

Por su parte Nairo Quintana planteó al mundo en enero de 2.017 un propósito muy difícil de alcanzar, ganar Giro y Tour en el mismo año. Sin haber logrado el primer hito de su apuesta, tiene la chance del segundo. De lograrlo sería además su primer y tan ansiado Tour. Pero antes de profundizar el análisis previo dejemos claro que el de Tunja tiene las aptitudes naturales y la experiencia ganada como para ganar el Tour. De hecho, a sus veintisiete años ya cuenta con Giro y una Vuelta en el palmarés.

Con esta aclaración sobre la mesa, creemos que el intento de doblete no ha sido oportuno. Porque para tamaña empresa un ciclista actual debe medir casi milimétricamente sus picos de forma, aun dentro de una misma carrera de tres semanas. Tal vez el futuro lo posicione en el momento justo de su trayectoria para el intento de doblete. Por lo pronto no será este año. De haber estado completamente enfocada al Giro su preparación, probablemente lo habría ganado. Lo natural, escalar, lo hizo muy bien, aunque no excelentemente bien.

 

Por otra parte, los últimos días trascendieron noticias respecto a Alejandro Valverde y sus opciones para el Tour. No debería sorprender que Movistar quiera tener una alternativa a Nairo, lo que no queda claro es hasta donde están seguros de que con Quintana pelearan el Tour de tú a tú con Froome. De nuestra parte, creemos que todo dependerá de la verdadera recuperación que haya tenido Nairo en junio. Y si su estado alcanza para que veamos su mejor versión -la que puede ganar el Tour- o si por el contrario las huellas del Giro no se han limpiado de su cuerpo.

 

Un detalle: ni Froome (que apuesta por Richie Porte), ni Contador (que señala a Froome como favorito) hablan de Nairo…es más, Alejandro Valverde será un hombre muy marcado por los rivales por la sencilla razón de que a sus antecedentes y al gran principio de temporada que ha realizado, hay que agregarle que es su primer grande del año.

 

 

En favor de Nairo podemos decir que en los antecedentes dicen que hay que tenerlo muy en cuenta en su segunda cita anual de tres semanas. Como corolario de nuestro análisis planteamos la siguiente duda: ¿con dos claros, a priori, líderes en la formación para el Tour, sabrá Movistar gestionar acertadamente el momento en que uno de los dos sea el que asuma la definitiva condición del líder…? Hasta aquí nuestras preguntas; lo concreto es que las respuestas solo Nairo puede darlas. Si está fino de forma la carrera prontamente lo situará como el líder que es, caso contrario la variante Valverde cobrará fuerza.

 

 

Alberto Contador es una verdadera incógnita. Este año no ha ganado, y aunque ha estado a las puertas del triunfo cada vez que se colocó el dorsal, en evidente que le ha faltado ese puntito que hace la diferencia.  Lejos estamos de querer decir que es un hombre que ya cumplió su ciclo, pero los años van pasando y no hay que perder de vista que ganó su último tour en 2.009. Y que en los siguientes siete tampoco logro subir al podio. Estos datos parecen contundentes, pero hay razones para “excusarlo” de tan magra cosecha.

 

La fundamental de esas razones ha sido la mala decisión de permanecer junto al magnate ruso Oleg Tinkov, cuando este despidió a Bjarne Riis de la dirección del equipo para ejercerla personalmente. Tinkov hizo lo posible para boicotear a su estrella en estos años, y el colmo se vio en el último Tour cuando la anarquía reinaba dentro de un equipo que hacía de todo menos trabajar para su líder. Es más, el temprano anuncio de la desaparición de la formación disparó un sálvese quien pueda interno agravado además por la des-conducción del propio Tinkov.

 

 

Aun dentro de este panorama Alberto Contador ganó Vuelta España y Giro. En ambas carreras su genio y talento le dieron el triunfo. En el anaquel de los grandes hitos del ciclismo moderno ya tienen su lugar el día de Fuente Dé en la Vuelta España que le birló a Purito Rodriguez, o la espectacular ascensión al Mortirolo viniendo de atrás luego de pinchar a pie de puerto para neutralizar a un Astana potentísimo, y ganar posteriormente el Giro. Contador nunca se entrega, por eso hay que seguir teniéndolo en cuenta. Y ya en el ocaso de su trayectoria a encontrado un equipo armado a su medida y a un gregario fuera de serie, Jarlinson Pantano. Imposible no darle crédito.

A nuestro entender, el Tour girará en torno a estos tres hombres (más Valverde).  

El resto de los nombres presentan, a priori, más dudas que certezas. Romain Bardet (AGR2) fue segundo el año pasado, aunque a cuatro minutos de Froome, una enormidad. No es el mejor Tour para los escaladores, que es donde Bardet se hace más fuerte…

Esteban Chaves no está en su año. La rebelde tendinitis de su rodilla lo han mantenido cuatro meses sin competir. Volvió hace un par de Semanas en el Dauphiné. Tuvo buenas sensaciones, pero llegar al Tour con tan pocos días de competición es una ventaja muy grande. De hecho, su equipo (Orica) lleva un co-líder a Francia, el mellizo Adam Yates, previendo que Esteban no esté como se espera en su debut en el tour.

 

 

Fabio Aru y Jakob Fulgsang comparen el liderato del Astaná. Aru está en gran momento de forma, Fulgsang derrotó a Porte en Dauphiné, es decir llegan con muy buenos antecedentes, aunque parece más  factible que luchen por el top que por el amarillo.

Richie Porte es por actualidad y antecedentes la otra opción al trio estelar.  A los 32 años llega en la madurez de su carrera y como claro líder del BMC. Ha tenido un año excelente, lo que le da chances ante cualquier pequeño bajón de Froome y compañía. A tenerlo en cuenta.

Del resto de líderes, se destaca Rigoberto Uran al frente del Cannondale. Por otra parte, con mucho menos cartel, no habrá que dejar de ver cómo se desempeña el escalador argentino Eduardo Sepúlveda que llega a su tercer tour en muy buena forma y como líder del Fortuneo, uno de los equipos franceses invitados por la organización. El resto de la participación latinoamericana es la siguiente: Andrey Amador y Carlos Betancur en el Movistar de Nairo, Sergio Luis Henao con la responsabilidad de cubrir a Froome en el plano y acompañar en la montaña y finalmente Darwin Atapuma (EAU, ex Lampre) que, posiblemente tendrá alguna libertad en la montaña ya que el equipo no tiene un líder claro.

Es posible que veamos un tour diferente. El resumen del recorrido nos dice que habrá solo 36 km. de contrarreloj, tres llegadas en alto, mucha media montaña y la siempre latente acechanza de los cortes en las etapas planas. Mas que nunca en los últimos años, en este tour los equipos serán preponderantes, y las estrategias decisivas.

 

Sergio González Ramos

sgramos@outlook.com.ar

 

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