
¿Por qué no funciona tu plan de entrenamiento? 4 posibles causas
Las rutinas de entrenamiento en el ciclismo, son la base fundamental para un buen desempeño. Sin embargo, si no se tiene un plan claro, en el que se definan los días en los que vas a salir a rodar, el tiempo que se va a emplear y el tipo de ejercicio a realizar, no tardan en evidenciarse una serie de consecuencias o dicho de otra manera comienzas a quedarte estancado.
Si bien, el deseo de cualquier pedalista es mantener un nivel en constante crecimiento y explotar al máximo sus capacidades, no basta solamente con sumar varios kilómetros en la máquina, sino que deben conocerse los principios básicos del entrenamiento, avanzar en los periodos de adaptación y ser constantes en el día a día. Por eso, en esta entrada te traemos algunas de las posibles causas por las cuales tu entrenamiento no está siendo efectivo.
Recuerda evitar los excesos para no sufrir las consecuencias del sobreentrenamiento

No olvides que un buen descanso y recuperación, también hacen parte de tu rutina ciclista. Imagen: El Tiempo.
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1. No utilizas prendas adecuadas
Es un asunto primordial a la hora de salir a rodar, ya que de ello depende, la comodidad, seguridad, confort y rendimiento. Partiendo de lo anterior, no resulta extraño que un corredor que utilice prendas del día a día, termine al final de los recorridos con rozaduras, quemaduras en la piel, posibles hongos, bacterias etc.
Por eso, es importante utilizar materiales que se adapten a tu morfología, sean transpirables, te brinden aerodinámica, absorban parte de las vibraciones del terreno como las badanas y eviten la fricción con la piel cuando estés realizando movimientos.
2. No tienes en mente objetivos realmente alcanzables
Las rutinas en bicicleta, resultan exitosas cuando tienes claro cuáles son tus objetivos y qué es aquello que quieres mejorar. Por eso, debes establecer metas que sean posibles de conseguir, y tener presente que eres un ciclista aficionado, que tienes otras ocupaciones y responsabilidades.
Asimismo, intentar aumentar tu nivel de manera inmediata durante los primeros días, hará que desistas rápidamente del deporte, te lesiones o experimentes fuertes dolores musculares.
3. Te olvidas del mantenimiento de tu bicicleta
No resulta extraño, que con el paso del tiempo algunos corredores pierdan disciplina y se olviden del componente más importante para practicar ciclismo. Por eso, siempre es bueno que tengas presente el aseo regular a las diferentes zonas de la bicicleta, la lubricación de sus diferentes partes, el uso de herramientas adecuadas y el estado de las cubiertas y frenos como parte esencial de tu seguridad como ciclista.
4. Tienes una mala configuración de tu máquina
Aquí vamos a tener en cuenta tres posibles escenarios.
- Un sillín que no se encuentre alineado horizontalmente: una punta con una ligera caída hacia abajo o apuntando hacia arriba, puede llegar a generar dolores y lesiones sobre zonas como las manos, las muñecas, pelvis, rodillas y espalda.
- Distancia muy grande entre el sillín y el manillar: está incorrecta configuración de la bicicleta puede causar sensaciones de hormigueo, calambres, dolores u adormecimientos que suelen ser la señal de alerta de una postura incorrecta.
- Altura incorrecta del asiento: en caso de que sea muy alto, los ligamentos tienden a extenderse causando dolor en la zona posterior de las rodillas, mientras que uno más bajo causará mucha flexión y molestias en la parte delantera de la articulación.
Esperamos que este post te sea de utilidad, y tengas en cuenta que aspectos que pueden aparentemente ser pequeños repercuten directamente en nuestro desempeño como ciclistas, recuerda que el cuidado de tu compañera de aventuras, tu comodidad al salir a carretera y una buena planificación de las rutinas de entrenamiento, son la clave para mantenernos en óptimas condiciones.