
El corredor que ganó el Mundial de Ciclismo en Colombia con una llanta pinchada
El miércoles 4 de octubre de 1995 los ojos del pelotón internacional fijaron su mirada en Colombia para presenciar la primera versión del Campeonato Mundial de Ciclismo de Ruta realizado en las tierras de Duitama, Boyacá.
El ciclismo español, que por esos años brillaba en el lote, destapó sus cartas y aterrizó en Colombia con un “extraterrestre” de apellido Induráin. El vasco de 1,88 cm y 80 kilos de peso se perfilaba como el ciclista más opcionado a vestir la camiseta arcoíris de Campeón del Mundo.
El corredor que batió los récords del Tour de France
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Y es que no era para menos su favoritismo. ‘Miguelón’, como era conocido Miguel Induráin Larraya en el pelotón, cargaba a cuestas el notable rotulo de leyenda gracias a los títulos que había cosechado a lo largo de sus 14 años de carrera.
El navarro, considerado por muchos como el mejor ciclista español de todos los tiempos, supo tallar su nombre en los libros de historia luego de igualar la marca de cinco Tours de Eddy Merckx, Bernard Hinault y Jacques Anquetil.
Sin embargo, el “extraterrestre” hizo lo que ningún otro corredor en la historia del ciclismo profesional había logrado: ganar el Tour de Francia cinco veces consecutivas.
La “Era Induráin” en la Grande Boucle comenzó en 1991 y su reinado se extendió hasta 1995, justo en el mismo año en que llegaría a Colombia para buscar el primer jersey multicolor para su país.
En 1995 se proyectaba como el favorito del Mundial

El «extraterrestre» quería rematar su carrera con la primera medalla de oro para su país en el Mundial de Colombia. Imagen: Tuvalum
La expectativa era alta y los expertos de la ruta lo daban como el ganador absoluto. Era la última oportunidad que tenía el español para lograr el maillot arcoíris, ya que esa temporada -la del 95- sería la penúltima en la que el vasco estaría activo en el World Tour. Un año más tarde anunciaría su retiro de las carreteras.
El Mundial inició y rápidamente las emociones de la primera gran competencia del ciclismo mundial en Colombia empezarían a apoderarse de las calles de Duitama en Boyacá.
El cambio de altitud hizo mella en los jinetes extranjeros y la prueba, considerada como una de las más difíciles en la historia del ciclismo de ruta, empezó a registrar sus primeras bajas.
De los 98 corredores que arrancaron el Mundial tan solo terminaron en competencia 17; entre ellos, los grandes capos del pelotón de esa década del 90: Marco Pantani, Miguel Induráin y Abraham Olano.
Un histórico podio en tierras colombianas

Así terminó el podio del Mundial de Ruta de Colombia en 1995. Induráin (izquierda) plata, Olano (centro) oro y Pantani (derecha) bronce. Imagen: Ciclo 21
El puerto del Cogollo por la vertiente de la Gruta partió piernas y definió el grupo. Al final, en la prueba de ruta élite masculina disputada el domingo 8 de octubre, los corredores que lograron sobrevivir a la infernal subida comenzaron el descenso a una velocidad promedio de 100 kilómetros por hora.
Los españoles con Olano e Induráin a la cabeza quisieron imponer el paso doble en las calles de Duitama, pero de atrás un “Pirata” de apellido Pantani apareció para atacar a los vascos y emprender la fuga para llevarse el arcoíris.
Al italiano no le alcanzó el impulso y volvió a integrarse al pelotón mientras veía como en medio del tumulto, y justo unos metros antes del final de la prueba, saltó Olano firme hacia la conquista del título mundial.
Pantani se desprendió del lote y fue a la caza del español. A la persecución se sumó ‘Miguelón’ quien asumió el papel de gregario para proteger la espalda de su compatriota.
El campeón mundial celebra con el público de Boyacá

Olano entró primero por la calles de Duitama alzando solo una de sus manos por temor a que su llanta pinchada lo mandara al suelo. Imagen: Ciclo 21
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Abraham Olano, con ese ritmo descabellado en punta de carrera sufrió un pinchazo en su llanta trasera que por poco le cuesta el título del Mundial de Ruta. No pensó en nada más que seguir pedaleando así su llanta pareciera que se fuese a despedazar.
Pantani, con la mirada fija en la presa, quiso aprovechar el daño mecánico de su rival para cazarlo y ganarle la carrera; pero el español intensificó el ataque mientras su gregario de lujo protegía su espalda.
Los ciudadanos de Colombia estuvieron a la altura y recibieron con cariño a todas las delegaciones

Así lucían las calles de Duitama-Boyacá en pleno Mundial de Ciclismo de Ruta en 1995. Imagen: olympodeportivo
Finalmente, el vasco logró el primer oro mundialista para su país con una llanta pinchada, atravesó la meta en los rines y no pudo alzar las manos para celebrar por temor a que la falta de aire lo desestabilizara y lo mandara a rozar el polvo.
Miguel Induráin quería el Mundial más que otra cosa, pero ese año, apelando al papel de gregario, prefirió que su compañero de equipo se llevara los elogios.
El mejor corredor español de la historia es recordado en el mundo del ciclismo como el famoso “campeón de la generosidad”. Una gesta épica que se escribió en tierra de escarabajos.
Revive las imágenes de la emocionante carrera de Pantani, Induráin y Olano gracias al relato de El Trueque Deportes
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